Creí,
soñé,
viví,
crecí...
Pero nada es suficiente
para poder olvidar
aquellos dolores que el tiempo
jamás podrá enterrar...
Quisiera poder olvidar
aquel invierno gris,
aquella tormenta interminable,
aquel llanto incontrolable.
Esperaré esa luz,
la alegría que aún veo perdida
entre los escombros
de esos sueños,
de esa alegría perdida.
martes, 17 de febrero de 2009
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